¿Qué tienen en común el compartir fotos, las redes sociales y los pagos por móvil?
Pues que estos representan las tendencias más populares que los inversionistas y venture capitals (VC) han apoyado en los más recientes años sin importarles lo pequeño que realmente son estos mercados.
En términos simples, solo hay espacio para unas cuantas (exitosas) aplicaciones para compartir fotos en el mundo.
Pero lo vemos pasar una y otra vez. Por ejemplo, cuando Groupon despegó, apareció LivingSocial, y después Bloomspot. Y antes de que pudiéramos pestañar, cada firma de VC en Silicon Valley tenía tratos con empresas similares. Y los resultados no fueron tan favorecedores para algunos.
De acuerdo a Sergei Kouzmine, socio administrador de QWave Capital, esta mentalidad está desviando el capital destinado a las startups más prometedoras y afectando la creatividad por la que Silicon Valley siempre ha sido conocida.
Parece que las firmas de VC han olvidado que el tomar riesgos es el punto clave de sus trabajos.
Kouzmine dice que ha escuchado a inversionistas declarar que si alguien es capaz de convencerlos del potencial de una compañía, entonces deberían de ser capaces de venderla a cualquiera. El problema con esta lógica, afirma Kouzmine, es que se enfoca más en el pitch que en la verdadera substancia de una startup, o más importante, en su producto.
Y de hecho, las firmas de VC deberían de acercarse a estas tendencias de moda con suma precaución. Y en vez de buscar startups imitadoras para agregar a sus portafolios, los VC deberían investigar el entorno y buscar construir una perspectiva única sobre el presente y futuro de la industria. Para lograrlo deberían de pasar tiempo con académicos, científicos y centros de investigación, lugares en donde la verdadera innovación ocurre.
Kouzmine le llama a esto “inversión proactiva”. Esto le da a los VC una ventaja competitiva debido a que, al emplear una combinación de investigación, conexiones y conocimiento, éstas pueden perseguir áreas sumamente interesantes y empresas que otros no han notado aun.
Al hacer esto, uno podrá ver claramente porque la esfera de inversiones en Internet ha crecido de forma tan exagerada.
Claro, esto no ocurre por mera coincidencia. Kouzmine también afirma que esta mentalidad que presenciamos en los inversionistas deriva de nuestra desconfianza natural por las cosas que no entendemos. Internet es relativamente fácil de entender. Y además es más fácil sacar a colación el pago por móvil en una fiesta de cocteles que empezar a hablar de otras ramas como la nanotecnología. No es sorpresa que la primera reciba toda la atención, aunque la segunda tenga el potencial para cambiar nuestro mundo.
Pero hay que hacer notar, que la tecnología de Internet es solo un sector de un enorme campo tecnológico. El cual abarca algunos nichos emergentes, que a veces son difíciles de conceptuar o explicar, como nano materiales, computación cuántica, sensores ultra-precisos y demás.
Y esto no es algo exclusivo de Silicon Valley o algunas regiones de Estados Unidos, aquí en México existen incubadoras, aceleradoras de startups y firmas de VC que, desafortunadamente, invierten 70,80 hasta 90% de su tiempo, dinero y esfuerzos a empresas de Internet. A lo mismo de siempre. Mientras que al sector de innovación tecnológica y, a académicos y estudiantes que indagan en las otras áreas, solo se les da un reconocimiento por su esfuerzo y una recompensa. Son muy pocos los inversionistas que se interesan por este tipo de proyectos.
No estoy diciendo que no haya apoyo para este sector, sino más bien, debería de haber un balance entre las inversiones que se hacen en empresas de internet y empresas que desarrollan verdaderamente tecnología e innovación.
Kouzmine comenta que debemos educarnos mejor y a otros, acerca de los adelantos tecnológicos que están surgiendo de la mano de pequeñas startups:
“Si los VC y otros inversionistas quieren impulsar la verdadera innovación y mover a la sociedad hacia adelante, mientras también hacer dinero, éstos necesitarán bajarle la emoción por lo popular y empezar a tomar los correctos tipos de riesgos.”
Como dicen: “Las redes sociales te pueden alertar que un asteroide está acercándose a la tierra, pero no pueden hacer nada para detenerlo.”
Cristopher Ramírez es Editor en Jefe de The Enterpriser. Comprometido a alcanzar sus sueños, así como ayudar a otros a alcanzar los suyos. Ingeniero en Tecnologías de Información convertido en emprendedor e inversionista de tiempo completo. Síganlo en Twitter.
Crédito por la imagen: IIAI y el ejército de Estados Unidos
Archivo Emprendedor 
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